Los plantones con cepellón requieren que se retire la tela o recipiente que los contiene y para los que vienen en maceta conviene aflojar las raíces que estén muy compactadas.
2. Cavar un hoyo
El tamaño del hoyo debe de ser suficiente para permitir que las raíces se desarrollen con normalidad. Además, con esta operación la tierra se removerá y oxigenará. En el caso de plantones con cepellón o en maceta, el tamaño del hoyo ha de ser, al menos, el doble de ancho pero no más profundo que el tamaño del cepellón o maceta, aunque conviene remover la tierra del fondo para permitir el paso de las raíces.
Los plantones a raíz desnuda no necesitan tanto espacio pero la profundidad del hoyo ha de permitir colocar las raíces de manera vertical, sin que queden dobladas hacia arriba. En este caso conviene acomodar las raíces sobre un montículo de tierra situado en el fondo del hoyo y compactar la tierra alrededor. En ambos casos, se aconseja regar el hoyo antes de colocar la planta para favorecer que la humedad llegue a las raíces.
3. Plantación
Es importante colocar el plantón de tal manera que el cuello de la raíz (zona donde ésta se une al tallo) no quede enterrado sino a ras de suelo. Posteriormente se va echando tierra apretándola bien para que no queden bolsas de aire. Para finalizar, se hace un alcorque que favorezca la retención del agua y, si es posible, se riega abundantemente.
Puede optarse por la colocación de piedras alrededor de la planta para favorecer la concentración de gotas de rocío y reducir la competencia más próxima.
1. Recolección
Las semillas han de proceder de árboles sanos y estar en perfecto estado de conservación. Se recogerán cuando estén maduras, lo que ocurre generalmente en otoño, aunque hay numerosas excepciones y, si no se van a sembrar inmediatamente, conviene guardarlas en lugar oscuro, fresco y seco. Entre las que mejor resultados ofrecen se encuentran bellotas, hayucos, castañas y nueces.
2. Siembra
Es necesario cavar un hoyo de entre 20 y 40 cm de profundidad para remover la tierra y facilitar el crecimiento inicial de las futuras raíces pero la prfundidad de siembra será solamente de dos a cuatro veces el diámetro de la semilla. Conviene depositar dos o tres semillas en cada agujero y, en el caso de bellotas, nueces y otras semillas similares, han de colocarse “tumbadas” y no hincadas. Tapar el hoyo apretando con las manos y regar.
3. Cuidados posteriores
La colocación de piedras alrededor para señalizar el lugar de siembra facilita el seguimiento posterior y favorece la condensación de gotas de rocío y la reducción de la competencia más próxima.
Estaquillas
1. Obtención de estaquillas
Las estaquillas han de cortarse de pies diferentes para evitar esquilmar un solo ejemplar y para lograr la máxima diversidad genética. A partir de brotes del año, se cortarán estaquillas de entre 20 y 40 cm. de longitud, a finales de verano para especies de hoja perenne y en invierno para las de hoja caduca.
2. Preparación de las estaquillas
El corte superior de la estaquilla se hará un par de centímetros por encima de una yema mientras que el de la base se hará justo por debajo de una yema. Además se cortará la punta inferior en bisel (inclinada) para facilitar su introducción en la tierra.
En el caso de estaquillas de especies de hoja perenne es necesario eliminar las hojas de la parte inferior de la estaquilla y dejar solamente dos o tres pares en la punta para reducir la pérdida de agua por evapotraspiración. Si estas son muy grandes, pueden cortarse por la mitad.
3. Plantación
Lo más adecuado es introducir en la tierra dos tercios de la longitud de la estaquilla y hay que asegurarse de que se colocan con las yemas hacia arriba, según su dirección de crecimiento. Esta operación puede llevarse a cabo en un vivero o directamente en su lugar de crecimiento definitivo. Obviamente, las estaquillas de especies de ribera habrán de plantarse en la orilla, lo más cerca posible del agua, ya que necesitan mucha humedad para enraizar.