Un terremoto de magnitud 4,6 ha sacudido esta madrugada la isla de El Hierro, y se ha notado también en las vecinas de La Palma y Tenerife. Es el más fuerte desde que comenzara, en julio, la crisis sísmica asociada al magma que pugna por salir. Toda la isla ha sentido el temblor. En Isora las casas se han movido y los cristales han vibrado, pero no ha habido más inconvenientes durante los dos o tres segundos que ha durado el sismo.
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El epicentro se ha situado en el mar frente a la costa de la zona de El Golfo (capital, La Frontera), a 21 kilómetros de profundidad, al norte de la isla. Este sismo entra justo en el límite máximo anunciado por el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), y ha sido seguido por otra veintena, con otro par por encima de magnitud 3, lo que los hace fácilmente perceptibles por la población.
No ha habido daños materiales ni personales. Solo ha habido que cortar un carril de la carretera de la Cumbre, la vía que ahora une las dos principales ciudades de la isla (Valverde y La Frontera), por desprendimientos. Este recorrido es el que ahora deben tomar muchos habitantes de la isla después de que se cerrara el túnel de Los Roquillos. El Gobierno de Canarias ha informado de que el corte ha durado un par de horas y ya está abierta toda la carretera.
Ahora, los ojos están puestos en el sur, en las bocas del volcán. Hasta ahora, la pauta que ha seguido el fenómeno es que después de una agitación sísmica en el norte llega una activación de la emisión de magma, lo que se manifiesta como un burbujeo en el mar incluso con alguna gran emisión. El mar de las Calmas lleva dos días haciendo honor a su nombre -para desesperación de fotógrafos profesionales y curiosos, que se acercan a La Restinga para captar el proceso-.
El terremoto de esta madrugada tiene lugar cuando se cumple un mes desde que se detectaran bocas submarinas en el volcán de El Hierro. Desde entonces, la población de la isla -unos 11.000 habitantes- vive pendiente de los caprichos de un proceso que se está caracterizando por dos aspectos: en líneas generales, como se encarga de repetir cada vez que le preguntan la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, "dentro de lo esperado". Pero, en el día a día, lleno de incertidumbres.
Hay unas 650 personas desalojadas. La mayoría,los aproximadamente 600 habitantes de La Restinga, al sur de la isla, que solo pueden ir al pueblo de día (de 08.00 a 18.00). Pero hay otras 51 del norte que llevan una semana fuera de sus casas por riesgo a que los temblores provoquen desprendimientos.
No hay un cálculo, pero La Restinga, que vivía de la pesca y el buceo, lleva un mes sin actividad. Por elloel Gobierno canario ha aprobado un paquete de medidas urgentes de ayuda económica. Los armadores recibirán una ayuda de entre 1.200 y 1.900 euros, dependiendo del tonelaje de los barcos, que será complementada con otros 1.200 euros por cada tripulante. Asimismo, habrá ayudas al alquiler, por un importe máximo de 350 euros mensuales, para aquellos vecinos que se han visto obligados a dejar sus viviendas en La Restinga. Los empresarios recibirán 1.000 euros por empresa y 500 euros por cada trabajador que tengan contratado hasta un máximo de 3.000 euros.
La crisis sismovolcánica podría ir para largo. De media, las erupciones en Canarias han durado un mes, según el Instituto Geográfico Nacional. Este plazo se ha cumplido y el organismo ya está haciendo planes para cubrir la vigilancia del proceso en Navidad.
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